En tiempos como los actuales, donde la violencia y los conflictos parecen estar en todas partes, las palabras del Papa Francisco en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio en París, resuenan con más fuerza que nunca: "¡Detengan la guerra! ¡Detengan las guerras!" Este llamado desesperado, que el Pontífice ha hecho suyo, es el eco de millones de voces alrededor del mundo que, desde el sufrimiento y la destrucción, claman por una paz duradera.
La paz debe ser una premisa
La paz debe ser una premisa a nivel mundial, después de haber vivido un año 2023, lleno de conflagraciones bélicas en todo el mundo. La sociedad internacional debe ser consciente de que la guerra, además de ser su antípoda, contraviene el derecho internacional en la gran mayoría de las veces, y como resultado de ella solamente se traba una solución amistosa de los estados en contienda.
Editorial02 de enero de 2024RedacciónLlegó el 2024, y con éste, las esperanzas nuestras están depositadas en un cambio de paradigma en la historia reciente. El punto de inflexión de los problemas a escala planetaria, ciertamente, comenzó el 2020, con la contaminación provocada por el COVID19, que lejos de haber traído luego una nueva conciencia internacional sobre los valores fundantes de la democracia, resultó siendo peor que la enfermedad.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y el Papa Francisco, son dos baluartes, ni duda cabe ya a estas alturas, de la representación política y diplomática en aras de la paz. Ambos se han mostrado escépticos ante una escalada de la guerra global, y por el contrario, han replicado una y otra vez los intentos de sabotaje de las ideas que aparejan una paz duradera, tanto en Oriente Medio, como en Ucrania y Corea, entre otros.
No obstante es cierto que la OTAN y específicamente los Estados Unidos tienen la labor de proteger al bloque europeo democrático - tal el caso de Ucrania - no es menos cierto que la atención mundial está centrada en los esfuerzos internacionales por lograr una paz duradera, que también cobra significado en el caso del conflicto en Gaza, que se ha cobrado miles de vidas ya, y que no vislumbra un futuro promisorio, lamentablemente.
La reciente consagración del templo de Ram en Ayodhya, liderada por el Primer Ministro Narendra Modi, no es solo un acontecimiento religioso, sino un movimiento estratégico en el complejo tablero político de la India. Este evento, cargado de simbolismo, refleja el pulso entre la ideología del Hindutva promovida por el Bharatiya Janata Party (BJP) y la esencia secular de la democracia india.
La volátil frontera libanesa-israelí: un punto de inflamación en Oriente Medio
Los recientes ataques de Israel contra Hezbollah en el Líbano han intensificado considerablemente la tensión en la ya volátil frontera libanesa-israelí. Este conflicto, que ha visto la escalada de hostilidades prácticamente a diario desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza el 7 de octubre, resalta la complejidad y la fragilidad de la paz en Oriente Medio.
La reciente detención de 32 personas en Venezuela, acusadas de participar en cinco supuestas conspiraciones para asesinar al presidente Nicolás Maduro, marca un nuevo capítulo en la creciente represión y el deterioro de la libertad en el país. Entre los detenidos se encuentra la destacada periodista Sebastiana Barráez de Infobae, una voz crítica del régimen, lo que destaca la profundización de la arremetida contra la libertad de expresión por parte del gobierno.
La llegada de un cargamento de medicamentos para los rehenes en Gaza, que fue precedido por un logro diplomático de Qatar y Francia, es la piedra angular para destrabar las hostilidades en Oriente Medio y que la sociedad internacional se vea envuelta en un acuerdo de paz.
El siglo XXI, y más propiamente el 2024, se convierte en escenario de diferentes agresiones y conflictos bélicos a lo largo y ancho del planeta. No obstante, es conocido que Corea del Norte no respeta las resoluciones de la comunidad internacional, ello no debería ser suficiente motivo para escalar en el conflicto, que lleva inclusive a Japón a adoptar posiciones defensivas.