En tiempos como los actuales, donde la violencia y los conflictos parecen estar en todas partes, las palabras del Papa Francisco en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio en París, resuenan con más fuerza que nunca: "¡Detengan la guerra! ¡Detengan las guerras!" Este llamado desesperado, que el Pontífice ha hecho suyo, es el eco de millones de voces alrededor del mundo que, desde el sufrimiento y la destrucción, claman por una paz duradera.
Ayodhya y el ajedrez político de la India
La reciente consagración del templo de Ram en Ayodhya, liderada por el Primer Ministro Narendra Modi, no es solo un acontecimiento religioso, sino un movimiento estratégico en el complejo tablero político de la India. Este evento, cargado de simbolismo, refleja el pulso entre la ideología del Hindutva promovida por el Bharatiya Janata Party (BJP) y la esencia secular de la democracia india.
Editorial23 de enero de 2024RedacciónEl BJP, desde los años 80, ha vinculado su política con el hinduismo, buscando no solo construir un templo en el lugar de nacimiento de Ram, sino también cimentar una identidad nacional que abrace el Hindutva. Este enfoque ha resonado en gran parte de la población, especialmente en el norte y centro de la India, donde el partido ha encontrado un firme respaldo. La habilidad del BJP para movilizar a sus simpatizantes y la popularidad de Modi, un líder que combina fuerza, devoción y carisma, son indudables.
Sin embargo, el uso de Ayodhya como símbolo en su campaña no está exento de controversia. La consagración del templo, que reemplaza una mezquita destruida en un acto de violencia que costó miles de vidas, es un recordatorio de las divisiones y tensiones que aún persisten en la sociedad india. Para muchos, especialmente en la comunidad musulmana, este acto no es una celebración, sino un doloroso recordatorio de su marginalización.
El BJP, con esta ceremonia, no solo busca reafirmar su base electoral, sino también proyectar una imagen de progreso y desarrollo económico. Su inversión en Ayodhya, transformándola en un destino turístico, es un ejemplo de cómo la religión y la economía pueden entrelazarse en su narrativa política. Pero este enfoque también plantea preguntas sobre la inclusión y el respeto a la diversidad en un país tan plural como la India.
Para la oposición, este es un momento crítico. Su dilema no es solo cómo contrarrestar la influencia del BJP, sino cómo hacerlo sin alienar a la importante base de votantes hindúes. Algunos han optado por un enfoque de "Hindutva suave", pero esto ha demostrado ser una estrategia ineficaz para desafiar al BJP en su propio juego. La falta de un mensaje unificado y la ausencia de una plataforma electoral coherente han limitado su impacto.
El futuro político de la India está en una encrucijada. Por un lado, está la visión del BJP de una India definida por su hinduismo, y por el otro, la idea de una India secular y diversa. Las próximas elecciones serán un referéndum no solo sobre Modi y el BJP, sino también sobre la identidad y los valores fundamentales de la nación. La revisión de los límites electorales y las preocupaciones sobre un posible cambio en la constitución añaden más incertidumbre al panorama.
En este contexto, la historia de Ayodhya no es solo la de un templo o un lugar de peregrinación. Es un microcosmos de la lucha política y social de una nación que busca definir su futuro. La democracia india, conocida por su resiliencia, enfrenta uno de sus mayores desafíos. La pregunta es si podrá mantener su carácter inclusivo y secular frente a la creciente marea del Hindutva. La respuesta a esta pregunta será crucial no solo para la India, sino para la democracia en general.
Con información de The Economist
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Los recientes ataques de Israel contra Hezbollah en el Líbano han intensificado considerablemente la tensión en la ya volátil frontera libanesa-israelí. Este conflicto, que ha visto la escalada de hostilidades prácticamente a diario desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza el 7 de octubre, resalta la complejidad y la fragilidad de la paz en Oriente Medio.
La reciente detención de 32 personas en Venezuela, acusadas de participar en cinco supuestas conspiraciones para asesinar al presidente Nicolás Maduro, marca un nuevo capítulo en la creciente represión y el deterioro de la libertad en el país. Entre los detenidos se encuentra la destacada periodista Sebastiana Barráez de Infobae, una voz crítica del régimen, lo que destaca la profundización de la arremetida contra la libertad de expresión por parte del gobierno.
La llegada de un cargamento de medicamentos para los rehenes en Gaza, que fue precedido por un logro diplomático de Qatar y Francia, es la piedra angular para destrabar las hostilidades en Oriente Medio y que la sociedad internacional se vea envuelta en un acuerdo de paz.
El siglo XXI, y más propiamente el 2024, se convierte en escenario de diferentes agresiones y conflictos bélicos a lo largo y ancho del planeta. No obstante, es conocido que Corea del Norte no respeta las resoluciones de la comunidad internacional, ello no debería ser suficiente motivo para escalar en el conflicto, que lleva inclusive a Japón a adoptar posiciones defensivas.
La paz debe ser una premisa a nivel mundial, después de haber vivido un año 2023, lleno de conflagraciones bélicas en todo el mundo. La sociedad internacional debe ser consciente de que la guerra, además de ser su antípoda, contraviene el derecho internacional en la gran mayoría de las veces, y como resultado de ella solamente se traba una solución amistosa de los estados en contienda.