Tras casi tres décadas de arduo trabajo y meticulosa investigación, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) ha concluido su misión, marcando un hito en la historia de la justicia internacional. Este cierre viene después de verificar que los últimos dos fugitivos buscados, implicados en el genocidio de 1994 que devastó Ruanda y acabó con la vida de más de 800,000 personas, están muertos.