La Casa Blanca mantiene su apoyo a Israel sin condiciones ante creciente escrutinio por bajas civiles en Gaza

El presidente Biden expresó su "indignación y desconsuelo" ante las muertes, en lo que ha sido una de sus más severas reprimendas hacia la conducta bélica de Israel hasta el momento. No obstante, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de condicionar la asistencia militar a Israel, Biden evitó responder directamente, y sus asesores han sugerido que es improbable que la administración tome tal medida, argumentando el derecho de Israel a defenderse de lo que consideran una "amenaza aún viable" de Hamás.

Esta postura se mantiene incluso ante las acusaciones de ataques sistemáticos contra convoyes de ayuda humanitaria, como los mencionados por el fundador de World Central Kitchen, José Andrés, quien alega haber tenido comunicación clara con el ejército israelí sobre los movimientos de sus trabajadores. El incidente que involucró la muerte de un ciudadano estadounidense-canadiense ha intensificado la indignación, incluso entre miembros del Partido Demócrata, incrementando las demandas para que la ayuda militar estadounidense a Israel sea condicionada.

Las implicaciones de este conflicto se extienden al marco legal y político estadounidense, especialmente en lo referente a las transferencias de armas. Israel, siendo el mayor receptor de ayuda estadounidense, recibe casi 4.000 millones de dólares anuales en asistencia militar. Las recientes aprobaciones de transferencias de armas por parte del secretario de Estado Antony Blinken, y las subsiguientes transferencias notificadas y no notificadas al Congreso, plantean preguntas sobre la transparencia y la responsabilidad en el uso de este apoyo militar.

Este enfoque incondicional hacia Israel no es nuevo en la política exterior estadounidense, remontándose a la fundación del estado de Israel en 1948. Sin embargo, las actuales circunstancias y la magnitud de la crisis humanitaria en Gaza han renovado el debate sobre la efectividad y la moralidad de tal apoyo incondicional. Organizaciones de derechos humanos y grupos musulmanes y árabes estadounidenses han expresado su firme oposición a la continuidad de estas políticas, citando violaciones al derecho internacional humanitario.

(Con información de Voz de América)