¿Está Europa preparada para el corte de fin de año del gas ruso a través de Ucrania?

Aunque el Kremlin dice que está listo para continuar con el acuerdo de tránsito, instando a los europeos a persuadir a Ucrania para que extienda el contrato, Kiev ha dicho que no cederá.

El suministro de gas natural ruso era una piedra angular de la seguridad energética europea antes de la invasión de Moscú en febrero de 2022, cuando cortó temporalmente 80.000 millones de metros cúbicos de suministro de gas al continente en respuesta a las sanciones y a una disputa de pago.

El corte asestó un duro golpe a la economía europea que sigue siendo palpable en 2024, según un análisis del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, desde 2021, Europa se ha asegurado proveedores alternativos para el gas natural, y las importaciones rusas a través de Ucrania han caído del 11% al 5%, según Rystad Energy, una empresa de análisis energético con sede en Oslo.

Los observadores dicen que algunos países de la UE se han tomado el tema más en serio que otros. Alemania y la República Checa, por ejemplo, han invertido mucho en terminales de gas natural licuado (GNL) en tiempo récord, dijo Olga Khakova, subdirectora de seguridad energética europea del Atlantic Council, con sede en Washington.

"Muchos países sin salida al mar, como la República Checa, han hecho todo lo posible para buscar suministros alternativos e invertido en opciones alternativas", dijo a la VOA.

Otros, como Hungría, han redoblado su dependencia de Rusia, mientras que Eslovaquia y Austria han aumentado las importaciones rusas.

Esos países, dijo Khakova, "tendrán que vivir con esta decisión", explicando que tendrán que asegurar rutas alternativas. Turquía, por ejemplo, ofrece el único otro gasoducto operativo para la energía rusa con destino a Europa.

Aunque algunas naciones europeas preferirían mantener las entregas de gas ruso a través de Ucrania, es "una venta difícil para la UE", dijo Christoph Halser, analista de gas y GNL de Rystad. Expresó su confianza en la voluntad política y la logística de la cadena de suministro de Europa para renunciar a la dependencia de los gasoductos de Ucrania para el gas ruso.

Otros analistas argumentan que la UE debería hacer más para enviar una señal clara a las empresas de que el gas ruso barato ya no estará disponible. Con los objetivos exigibles de la UE para eliminar gradualmente el gas ruso por gasoducto, las empresas invertirán en proyectos competidores para abastecer a clientes europeos confiables, dijo Khakova.

¿GNL para compensar?

Aunque las exportaciones de gasoductos de Rusia a Europa han disminuido, Moscú ha compensado parte del déficit con entregas de GNL por mar, carretera y ferrocarril, y ha visto aumentar la participación total de las importaciones europeas de GNL del 15% al 19%.

Halser, de Rystad, sin embargo, considera poco probable una mayor expansión, dadas las sanciones occidentales contra Rusia.

"Aumentar aún más, y compensar el conjunto de oleoductos, no es posible con la infraestructura actual", dijo a la VOA. "Serían necesarios nuevos proyectos no autorizados por parte de Rusia".

Las crecientes entregas de GNL de Estados Unidos podrían reemplazar al gas ruso, que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que mencionó al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, durante una llamada telefónica a fines de la semana pasada.

"El GNL es uno de los temas que tocamos, no diría que discutimos", dijo a los periodistas en Budapest, según Agence France-Presse. "Todavía obtenemos una gran cantidad de GNL a través de Rusia, de Rusia. ... ¿Por qué no reemplazarlo con GNL estadounidense, que es más barato y reduce los precios de nuestra energía?

¿Estará vacío el oleoducto de Ucrania?

Poner fin al tránsito de gas ruso a Europa plantea algunas preguntas difíciles para Ucrania. Con la inminente terminación del contrato, Khakova y otros analistas dicen que Rusia se siente envalentonada para atacar el sistema de gas natural de Ucrania, lo que se suma a las preocupaciones de Ucrania este invierno sobre cómo proteger la infraestructura energética del país.

Algunos observadores dicen que es posible que Ucrania no encuentre otro uso comercial para su infraestructura inactiva. Bloomberg informó a fines del mes pasado que los compradores europeos estaban en conversaciones con Azerbaiyán sobre un acuerdo que, a través de un acuerdo de intercambio, entregaría efectivamente gas de marca azerí a Europa a través de la red de gasoductos Rusia-Ucrania.

Sin embargo, informes posteriores indican que no se ha llegado a ningún acuerdo, y Oleksiy Chernyshov, jefe de la empresa estatal Naftogaz, la mayor empresa de petróleo y gas de Ucrania, dijo a los periodistas la semana pasada que no hay alternativa a detener la entrega de gas ruso a través de los gasoductos ucranianos.

Cualquier acuerdo que no detenga por completo el tránsito de gas a través de Ucrania enviaría una señal negativa a Europa, dijo Aura Sabadus, de los Servicios Independientes de Inteligencia de Productos Básicos, con sede en Londres.

"Si Ucrania permite que este gas fluya a partir de 2025, incluso si se vende bajo una etiqueta diferente, digamos gas azerí, otros países podrían acercarse y decir: 'bueno, si Ucrania lo está haciendo, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros?'", dijo a la VOA.

Sabadus dijo que los consumidores industriales en Alemania, por ejemplo, podrían aumentar la presión para reanudar los flujos de gas a través de la red Nord Stream de gasoductos de gas natural en alta mar bajo el Mar Báltico, que se extienden desde Rusia hasta Alemania y fueron objeto de explosiones submarinas aparentemente deliberadas en septiembre de 2022.

Pero Halser, de Rystad, considera poco probable que un acuerdo de transición a corto plazo para mantener el flujo de gas natural a través de Ucrania provoque demandas para reabrir Nord Stream.

"No hay consenso político en Alemania para tomar gas ruso en un futuro cercano", dijo, y agregó que un acuerdo con un tercero para entregar gas a través de Ucrania podría beneficiar a todas las partes involucradas y reforzar el interés comercial en el sistema de gasoductos de Ucrania.