Kara-Murza, político opositor ruso: "Putin debe perder en Ucrania"

Desde su liberación, Kara-Murza ha participado activamente en los esfuerzos diplomáticos de la oposición rusa, reuniéndose con los presidentes de Estados Unidos y Francia y con el canciller alemán. Durante una reciente visita a Washington, se sentó para entrevistar a periodistas de la Voz de América. En declaraciones al Servicio Ucraniano de la VOA, discutió la agenda que la oposición rusa está promoviendo en Occidente.

La siguiente entrevista ha sido editada para mayor brevedad y claridad.

VOA: Después de su liberación, se reunió con [EE.UU.] el presidente [Joe] Biden, el presidente [francés] [Emmanuel] Macron y el canciller [alemán] [Olaf] Scholz. ¿Cuál fue su principal mensaje para ellos sobre la política hacia Rusia?

Vladimir Kara-Murza, político opositor ruso: Hay dos mensajes principales. El primer mensaje es que [el presidente ruso] Vladimir Putin debe perder la guerra en Ucrania, porque si gana, eso significa que en un año o año y medio, estaremos hablando de otra guerra u otra invasión rusa, porque eso es lo que hace este hombre.

El segundo mensaje es que las naciones democráticas del mundo libre deben tener una estrategia. Sabemos por los últimos dos siglos de la historia rusa que las guerras de agresión fallidas siempre conducen a cambios políticos en casa. Una vez que Putin sea derrotado en Ucrania, debe haber una estrategia preparada para reintegrar una nueva Rusia democrática post-Putin a Europa, al mundo civilizado y a lo que llamamos el orden internacional basado en reglas.

VOA: Si Putin pierde el poder, ¿cómo es posible que se produzca la democratización? Lo más probable es que alguien de su círculo íntimo se hiciera con el poder.

Kara-Murza: Espero que no muera en el cargo y así se acabe. Yo soy un Cristiano, y sé que todo el mundo tiene una prueba allá arriba, y él también. Pero realmente quiero que ese hombre también tenga una prueba en esta vida.

En cuanto al cambio, se trata de una dictadura personalista. No es una dictadura ideológica como en la época soviética, con el Politburó colectivo, cuando se podía reemplazar a la persona en la cima sin reemplazar al régimen. Este sistema va a colapsar muy rápidamente, como vimos en 1953 después de la muerte de [Josef] Stalin.

VOA: Pero [Nikita] Khrushchev, quien reemplazó a Stalin, era de su círculo íntimo; No era un forastero.

Kara-Murza: Incluso si el próximo líder proviene del mismo círculo, siempre basan su gobierno en una negación completa de todo lo que sucedió antes. Jruschov era uno de los séquito más cercanos a Stalin. Él fue el que liberó a millones de personas del gulag y se involucró en un proceso de desestalinización muy incompleto, muy imperfecto, pero no obstante desestalinizado, que tuvimos a fines de los años 50 y principios de los sesenta, el llamado "deshielo".

VOA: ¿Qué tipo de preparaciones se deben hacer? ¿Cómo podrían las fuerzas democráticas tomar el poder?

Kara-Murza: El aspecto interno se refiere a la reflexión y la rendición de cuentas, lo que yo llamo un proceso de verdad y reconciliación. Eso es necesario para cualquier sociedad que haya sufrido el trauma de un gobierno totalitario. Todas las personas responsables de los crímenes contra ciudadanos rusos, como el asesinato de Boris Nemtsov, el asesinato de Alexei Navalny y la persecución de cientos y cientos de presos políticos, deben ser llevados ante la justicia. Todos los archivos y los documentos de todos los crímenes cometidos deben hacerse públicos.

VOA: ¿Y qué hay de enfrentar la mentalidad imperialista rusa? ¿Debería Rusia enfrentarse también a todos los crímenes que ha cometido contra otros pueblos a lo largo de su historia?

Kara-Murza: Es parte del pasado totalitario, porque durante años y años, durante décadas, el régimen del Kremlin ha estado cometiendo crímenes contra nuestro pueblo en Rusia y contra otros países, otros pueblos y otras naciones. Miren la agresión y las guerras que este régimen ha llevado a cabo contra los chechenos, contra los georgianos, contra Ucrania, no lo olvidemos, a partir de 2014. Luego, en Siria, por supuesto, no olvidemos a [Sergei] Shoigu, el ministro de Defensa [de Putin], se jactó de los nuevos armamentos que habían probado, ¡probados! — a las personas, a la población civil en zonas residenciales.

VOA: Quiero referirme a su principal argumento sobre la integración de Rusia en Occidente después de la democratización y la liberalización. El principal argumento en contra sería que Occidente ya lo intentó en la década de 1990. Rusia formaba parte del G8. La OTAN y la UE se comprometieron con Rusia. Recibió asistencia. Sin embargo, a medida que Rusia se hizo más rica, se volvió más agresiva. Cuanto más se integraba con Occidente, más eficientes se volvían sus actividades maliciosas contra Occidente.

Kara-Murza: Aquí es donde fundamentalmente no estoy de acuerdo, porque todo el problema es que Occidente no hizo eso en la década de 1990. Sí, hubo algunas medidas simbólicas, como el G8, que no es más que una cumbre. Pero, a diferencia de otros países del antiguo Pacto de Varsovia, a Rusia en la década de 1990 nunca se le ofreció una perspectiva de lo que yo llamaría una integración europea o atlántica de primer nivel con beneficios tangibles como el libre comercio, los viajes sin visado y las garantías de seguridad comunes.

VOA: Pero requiere tiempo. A Ucrania todavía no se le ha ofrecido ser miembro de la OTAN ...

Kara-Murza: Pero el problema es que estas ventanas de oportunidad son, por definición, cortas y breves. Duran unos pocos meses en el mejor de los casos, y Occidente perdió esa ventana de oportunidad en Rusia a principios de la década de 1990. No podemos permitir que eso vuelva a suceder.

En 1943, mientras la Segunda Guerra Mundial estaba en curso, el gobierno de los Estados Unidos desarrolló el Plan Morgenthau para la Alemania de la posguerra. Se trataba de desmembrar, desindustrializar, humillar y, básicamente, destruir a Alemania como un estado funcional. Dados los horrores cometidos en la época de la guerra, era emocionalmente muy comprensible. Sin embargo, los líderes de las naciones aliadas de Occidente se dieron cuenta de que no podían basar su política estratégica a largo plazo en las emociones. Así, el Plan Morgenthau fue abandonado en favor del Plan Marshall, que era exactamente lo contrario: reconstruir y reconstruir Alemania después de la guerra, para convertirla en una economía de mercado exitosa y una democracia liberal que funcionara.

VOA: ¿Debería suceder esto antes o después de que Rusia pague reparaciones por la destrucción de Ucrania?

Kara-Murza: Debe ser simultáneo. La única forma en que podemos garantizar la paz, la estabilidad, la seguridad y la democracia a largo plazo en el continente europeo es con una Rusia democrática. No va a suceder de otra manera.