Exclusiva: Funcionarios de EE.UU. dicen que las sanciones contra el ex primer ministro georgiano prorruso están listas para comenzar

Funcionarios estadounidenses dicen que las supuestas acciones de Ivanishvili benefician los intereses rusos y socavan las aspiraciones de Georgia de unirse a la Unión Europea y la OTAN.

"Tenemos información de que Ivanishvili emprendió acciones para desarrollar las relaciones con los oligarcas rusos, tomó medidas para permitir que Rusia obtenga un mejor acceso al mercado georgiano. De hecho, tomó algunas medidas bajo la dirección de los servicios de inteligencia rusos", dijo un alto funcionario estadounidense al servicio georgiano de la VOA bajo condición de anonimato, dada la sensibilidad de discutir las sanciones.

Ivanishvili, de 68 años, un multimillonario que amasó su fortuna en Rusia durante la década de 1990, sigue siendo una figura profundamente influyente en Georgia a pesar de haber abandonado la política formal en 2013. Reside en un palacio con vistas a la capital de Georgia, Tiflis, y rara vez aparece en público. Su extravagante estilo de vida, que incluye un tanque de tiburones en su palacio, un zoológico en su ciudad natal y el amor por los árboles, le ha valido el apodo de "James Bond de Georgia" y ha captado la atención de los medios internacionales.

El partido político que fundó Ivanishvili, Sueño Georgiano, ha ocupado el poder en el país desde 2012, y algunos observadores dicen que sigue tomando decisiones políticas clave entre bastidores.

Según Giorgi Gakharia, exmiembro de Sueño Georgiano que fue primer ministro de Georgia desde septiembre de 2019 hasta febrero de 2021, cuando dimitió y pasó a la oposición, Ivanishvili sigue participando en todas las decisiones políticas y económicas importantes.

"Ivanishvili está gestionando todo tipo de problemas tanto a nivel estratégico como táctico", dijo a la VOA Gakharia, quien ahora lidera el partido Por Georgia. "Está involucrado directamente en temas económicos y políticos. Todo lo que está sucediendo en el país en este momento gira en torno a Ivanishvili".

Otro político de la oposición, Giga Bokeria, del Partido Federalista, dice que Ivanishvili ha estado en el centro de la maniobra del gobierno georgiano para mover el país en una dirección prorrusa y antioccidental.

"Él fue el que dirigió desde el principio esta campaña de demonizar a Occidente como una amenaza para la seguridad y la identidad de Georgia, que Occidente y en particular Estados Unidos utilizan a los georgianos como peones de sus intereses, y que, para sobrevivir, debemos aceptar el dominio de la seguridad rusa en nuestra región", dijo Bokeria a la VOA. "Y, bajo ese pretexto, ha facilitado la infiltración rusa en la economía, las estructuras de seguridad y la vida política de Georgia y ha atacado a instituciones prooccidentales y a sus oponentes políticos".

Bokeria agregó que si bien las sanciones que se avecinan contra Ivanishvili son un paso justificado y necesario, se necesita un enfoque más estratégico de Estados Unidos, uno que fortalezca a Georgia como un bastión occidental clave en la región.

"Si bien en última instancia es responsabilidad de la sociedad georgiana derrotar a este régimen, el problema con la política de Estados Unidos hacia Georgia es que sigue siendo reaccionaria, sin una estrategia clara y proactiva. Estados Unidos debería apuntar a todos los aliados rusos y enemigos de la libertad de manera más integral, al tiempo que combina este enfoque con una visión más amplia para hacer de Georgia un bastión para proyectar el poder occidental en la región".

Las sanciones de Estados Unidos contra Ivanishvili se enmarcan en la Orden Ejecutiva 14024, sobre "Bloqueo de propiedades con respecto a actividades extranjeras dañinas especificadas del Gobierno de la Federación Rusa", firmada por el presidente Joe Biden en 2021.

"La Orden Ejecutiva 14024 tiene amplias facultades para designar a las personas que se involucran en comportamientos que socavan las instituciones democráticas, los valores democráticos, participan en la corrupción transnacional", dijo a la VOA el alto funcionario estadounidense. "Hay toda una serie de actividades que, si se descubre que benefician a la Federación Rusa, se sancionan".

Si se imponen sanciones a Ivanishvili, sus activos dentro de la jurisdicción estadounidense serán congelados, y se prohibirá a los ciudadanos y empresas estadounidenses hacer negocios con él. Las sanciones también aislarían a Ivanishvili del sistema financiero mundial, dado que muchas instituciones internacionales siguen las regulaciones estadounidenses para evitar sanciones secundarias. Además de la congelación de activos, podrían aplicarse restricciones de visado, lo que limitaría el acceso de Ivanishvili a los servicios bancarios mundiales y su capacidad para viajar fuera de Georgia.

"Cuando Estados Unidos habló de posibles sanciones, Ivanishvili siempre creyó que estaban fanfarroneando", dijo a la VOA Tina Bokuchava, líder del partido opositor Movimiento Nacional Unido. "Ahora entiende que socavar la democracia georgiana y privar a Georgia de las perspectivas euroatlánticas implica consecuencias reales para Estados Unidos".

Las sanciones contra Ivanishvili siguen a las restricciones de visa y la congelación de activos que Estados Unidos impuso en los últimos meses a personas en Georgia acusadas de socavar los procesos democráticos allí.

"Creo que la administración Biden se ha sentido frustrada por su incapacidad para hacer que el gobierno georgiano tome en serio la posición en la que se ha colocado", dijo a la VOA una fuente familiarizada con las discusiones dentro del gobierno de EE. UU. bajo condición de anonimato. "La gente de Biden está tratando de transmitir la seriedad y la esperanza de que alguien en el gobierno de Georgia está escuchando de manera seria".

La oficina del primer ministro rechazó la solicitud de la VOA de comentar sobre el informe de que Estados Unidos tiene listo un paquete de sanciones para Ivanisvhili.

Estados Unidos y la UE están cada vez más alarmados por los pasos antidemocráticos de Georgia, su renuencia a adoptar una postura claramente prooccidental sobre la guerra de Rusia en Ucrania y la retórica incendiaria de Tiflis que acusa a Washington de intentar arrastrar a Georgia al conflicto. Georgia se ha negado oficialmente a unirse a las sanciones internacionales contra Rusia por sus acciones en Ucrania y se ha enfrentado a críticas por atacar públicamente a los líderes ucranianos. Washington también ha expresado su preocupación de que Georgia pueda estar ayudando a Rusia a evadir las sanciones.

Otro punto importante de discordia es la controvertida "ley sobre la transparencia de la influencia extranjera", que exige que las ONG y los medios de comunicación georgianos que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como agentes extranjeros. Mientras que el partido gobernante Sueño Georgiano defiende la ley como defensa de la transparencia, los críticos la acusan de inspirarse en la legislación rusa y de tener como objetivo suprimir a los medios de comunicación independientes y a las organizaciones financiadas por Occidente.

A principios de este año estallaron protestas masivas en Tiflis cuando el gobierno volvió a introducir la ley, después de haberla retirado inicialmente en 2023 tras una protesta pública. A pesar de las protestas, el partido Sueño Georgiano impulsó la ley, anulando un veto de la presidenta Salomé Zourabischvili, quien se ha convertido en una crítica vocal del gobierno.

Los críticos dicen que la ley es parte de un esfuerzo más amplio de Ivanishvili y sus aliados para consolidar el poder antes de las elecciones parlamentarias de Georgia, programadas para octubre.

"La ley fue adoptada porque permite a Ivanishvili usar un instrumento bien probado en Rusia y otros regímenes autoritarios con el propósito de demonizar y destruir los medios de comunicación libres y las ONG, las mayores amenazas para que él [Ivanishvili] mantenga el poder", dijo a la VOA Sergi Kapanadze, director de Georgia's Reform Associates, un grupo de expertos con sede en Tiflis.

El paquete de sanciones contra Ivanishvili sigue a las recientes sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra cuatro personas en Georgia en virtud de la Ley Global Magnitsky, que autoriza al gobierno de Estados Unidos a sancionar a funcionarios de gobiernos extranjeros que violen los derechos humanos. Entre los cuatro georgianos sancionados figuraban dos altos cargos del Ministerio del Interior de Georgia y dos ciudadanos particulares implicados en la represión de manifestaciones pacíficas y la restricción de la libertad de reunión.

Estados Unidos también ha impuesto prohibiciones de visa a 90 personas en Georgia acusadas de socavar la democracia en el país.

Si bien el momento exacto de las sanciones contra Bidzina Ivanishvili sigue siendo incierto, una fuente cercana a la administración Biden le dijo a la VOA bajo condición de anonimato que, al preparar esas sanciones, "la administración internamente ha tenido que cumplir con un umbral legal de documentación" de que sus actividades tienen "claros beneficios para Rusia".